Lluvia

jueves, 4 de marzo de 2010

Esta Canción Durará Por Siempre

Hoy siento un profundo invierno dentro mio, muchos de los que lean esto se preocuparían. Pero, ¿Qué tiene de malo sentirse así? Me fascina el invierno. Hace pocos días, sentado en la escalera de mi casa, vi como los picos de los árboles se tambaleaban sin pausa alguna. Admiro a un árbol en especial. Aquel que se puede ver desde la ventana de mi cuarto, incluso cuando yo me acuesto. Es más, cuando se oscurece el cielo puedo seguir admirándolo, ya que inmediatamente a su lado se encuentra un farol. Pareciera que brilla por su propia cuenta. Nunca me interesó qué tipo de árbol es, tan solo observarlo es lo que me hace feliz.

No sé que es lo que hace mi fascinación por aquello






Quizás sean sus hojas, que no terminan de caer cuando se acerca el otoño. O quizás su color, tan distinto al marrón de los troncos de las demás plantas. Quizás sea su altura, que a comparación de los demás es pequeño, pero cuando me fijo únicamente en él, noto totalmente lo opuesto.
Lo que realmente me fascina es la fuerza con la que se mantiene en pie, con una base tan pequeña y frágil. El coraje que posee para enfrentar cada día algo diferente y de distintas intensidades.
Hasta el día de hoy ninguna tormenta pudo (ni supo) ser capaz de derrumbar esa historia. Cada día que avanza, se hace más fuerte. El paso del tiempo la hace crecer de una forma sobrenatural y dudo que (si hasta este día no pasó) algo desmorone esta preciosa vida.